miércoles, 22 de enero de 2014

Llorar es de cobardes. Reír de creídos. Morir de fracasados. Vivir de aprovechados.

Yo...yo solo soy una sombra perdida entre la vida y la muerte, que no sabe si reír o llorar.


Libre como el viento, como el aire, como el agua, como el mar. Libre como yo.

La gente hace lo posible para estar cerca de sus seres queridos, por saber de ellos a cada instante, y el teléfono les recuerda que están al otro lado de la línea, y yo, en cambio, vivo por y para alejarme; un cambio de aires, diría alguien, pero no: quiero alejarme, separarme, y concienciarme de que soy un alma libre, y ni que mi familia, ni el papa, ni Dios, ni el jodido mismísimo diablo, pueda pararme.

domingo, 12 de enero de 2014

She told me that don't waste my life.

Me siento tan vacía, tan perdida, tan en el olvido, que a veces no recuerdo ni quién soy. No sé de que estoy hecha, ni yo, ni nadie.
¿Amor? ¿Odio? ¿Felicidad? ¿Tristeza? ¿Buenos o malos momentos?
No lo sé.Y estoy perdida en el silencio aturrullador de mis pensamientos. No sé donde me encuentro, ni por qué camino ir.
Solo veo oscuridad. Un camino lúgubre y sombrío.
Tengo miedo. Miedo de mí misma. Y no hay nadie para salvarme.

sábado, 4 de enero de 2014

Somos grandes, invencibles, fuertes, imparables…somos todo lo que creemos ser, hasta que viene alguien más grande, más invencible, más fuerte e imparable que nosotros, y nos destruye, y nos hunde, o quizás somos nosotros mismos los que nos hundimos por sentirnos inferiores; pero ¿somos inferiores? 
¿Una mujer fea es inferior a una mujer bonita? ¿Un hombre bajo es inferior a un hombre alto?
Ese es el problema de este mundo.
La inferioridad se basa en el físico. Somos esclavos de nuestro reflejo.
La grandeza se basa en lo ancho de tus músculos, y no en el de tu corazón.

domingo, 27 de octubre de 2013

jueves, 24 de octubre de 2013

Yo vivía perdida, con la voz rota, hasta que encontré a tres ángeles que me salvaron la vida, y se unieron a mí, o yo me uní a ellas, no sé como sucedió, pero ahora somos amigas, somos una familia, somos Dirty Light.

Lo mejor de las peleas es la reconciliación.

Si pudiese elegir un momento en el mundo que me gustase sería el momento de la reconciliación. Ese momento donde todo queda atrás y se empieza de nuevo, donde abundan los "te quieros" verdaderos, y los abrazos sin miedo. Donde la palabra "lo siento" no es más que un modo de volver a empezar, donde una lágrima significa que todo está bien, donde una sonrisa es el mayor regalo después de largos momentos de vacío. 
Adoro las reconciliaciones, pero lo que más adoro es tener un motivo para abrazar a una persona que me importa e iluminar su mundo con una sonrisa.